EXPERIÈNCIES EN PRIMERA PERSONA; Servei d'Acompanyament a la Vida Independent
Presentem una nova experiència en primera persona del Servei d’Acompanyament a la Vida Independent.
Historia de superación
Mi historia es una historia de superación, de que a pesar de todo se puede salir adelante, y si encima tienes ayuda de profesionales mejor.
No me acuerdo exactamente cuántos años llevo en fundación Lar, creo que tres o cuatro, los suficientes para dar un cambio de 360º a mi vida según mi familia.
Al principio hacía AVD a domicilio, donde venía una terapeuta del servicio rehabilitador comunitario y cocinábamos la cena, ese fue mi primer contacto con la cocina. Después me derivaron a fundación Lar. Con la fundación empecé a hacer la compra semanal de manera más saludable: carne, pescado, verdura, fruta, etc. También empecé a aprender a cocinar nuevos platos, algunos que ya había visto en mi casa cocinar y otros que me enseñaba la educadora de la fundación. Hoy en día, en más de una ocasión he invitado a mi familia a comer y el resultado ha sido muy satisfactorio. En definitiva, he ganado autonomía a la hora de hacer la comida.
También he aprendido a limpiar la casa, a hacer las tareas del día a día, unas veces mejor y otras peor, pero lo importante es que nunca tiro la toalla. Además, también hago mis actividades del club social.
Con la fundación los viernes vamos a caminar con otros usuarios por Gallecs (Mollet del Vallés). Es una actividad donde lo paso muy bien porque hablamos de nuestras cosas y damos nuestra opinión sobre temas de actualidad mientras caminamos, arreglamos el mundo a nuestra manera.
Yo al principio no podía seguir el ritmo de mis compañeros y nos quedábamos a medio camino, pero poco a poco me fui entrenando y ahora llego hasta el final del recorrido. Me lo paso tan bien que estoy desando toda la semana que sea viernes para ir a caminar, y eso que tengo muchos factores en contra, como el sobrepeso y mi problema en los pulmones, pero por eso mismo saco coraje y me esfuerzo en salir a caminar, aunque vaya a marchas forzadas.
Pensaba que cuando faltasen mis padres me iba a hundir, pero, aunque al principio el duelo es doloroso, después te fortalece. Estoy segura que mis padres desde el cielo me estarán ayudando, protegiéndome y sintiéndose orgullosos de mí.
Para mi cada día es un nuevo reto, un nuevo día de superación y lo afronto con mucha motivación.
M.D.U.
Una usuaria de Fundación Lar