EL SERVICIO ME HA AYUDADO A ABRIRME AL MUNDO

Presentem el relat d’una persona usuària del Servei de suport a l’autonomia a la pròpia llar en el context d’ ”Experiències en Primera persona” que permeten que altres persones  puguin conèixer el servei, el seu funcionament i els beneficis.

“Hola, mi nombre es M. Martínez, usuaria del servicio de acompañamiento a la vida independiente de Fundació Lar desde hace casi dos años. Cuando empecé con el SAVI, yo vivía en casa de mi madre, aunque tenía vivienda propia. Anteriormente, yo vivía sola en mi domicilio hasta que sufrí una depresión muy grande y tuve que marcharme a casa de mi madre, ya que era incapaz de vivir sola. No salía a la calle porque me daba miedo. En mi día a día me limitaba a ayudar en las tareas del hogar y mi única diversión era ver la tele. Sólo salía a la calle acompañada de algún familiar.

Cuando empezó el servicio, ponía excusas para anular las visitas, decía que me encontraba mal para no salir a la calle. Luego, poco a poco, a medida que creamos vínculo entre la educadora y yo, empecé a salir y a realizar caminatas.

Desafortunadamente mi madre falleció, y no me quedó más remedio que volver a vivir sola en mi casa, algo que creía imposible. Pasé de poner excusas para anular visitas a pedir que me las aumentaran. Desde el servicio me ofrecieron apoyo para estructurar mi día a día: realizar las tareas de casa, hacer la compra, realizar gestiones, hacer caminatas, etc. También me motivaron para apuntarme a diferentes actividades en los centros cívicos y el casal d’avis, para ocupar mi tiempo libre y evitar permanecer sola en el domicilio.  Pensé que no podría ir sola, pero lo intenté y ahora participo en bastantes actividades como Zumba, en Forma, Baile del vientre, Risoterapia y Xarxa camina, lo que me ha permitido conocer gente nueva.

Ahora también soy capaz de coger el autobús sola para ir a visitar a mi hija y a mis nietas a Sabadell, algo que era impensable para mí hace un tiempo.

Le doy las gracias a mi educadora que me ha ayudado a salir y a abrirme al mundo, y me ha gustado mucho.”

 

M. Martínez